lunes, 1 de mayo de 2017

Dios bendice el trabajo de su mano


Y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado.
                                                                                                                                      1 Tesalonicenses 4:11

La Iglesia Tesalónica es una comunidad amonestada por Dios, Pablo inspirado por El Espíritu Santo les escribe a los hermanos y les aclara cómo será el Rapto de La Iglesia, había algunas dudas y se ignoraban ciertos detalles en cuanto al retorno del Señor, pero esta gran epístola del Canon bíblico nos dice que ¡Cristo Viene!, ¡alabado sea Dios!, ¡bendita la esperanza del pueblo del Señor! Los hermanos tesalonicenses son exhortados a que no descuiden sus trabajos y ocupaciones pues al parecer algunos pensando en el Inminente Retorno de Cristo y habían descuidado esta obligación y dejaron de trabajar, pues razonaban ellos: Él Señor volverá en cualquier momento.
El versículo nos dice en primer lugar, que debemos procurar tener tranquilidad, en otra parte las escrituras nos dicen; apártese del mal, y haga el bien, busque la paz y sígala. ¿pero cómo obtener esta tranquilidad? Se debe sembrar paz para cosechar tranquilidad, sembrar en el hogar, en el trabajo, en la Iglesia y el Mundo. Bienaventurados los pacificadores porque ellos serán llamados Hijos de Dios.
Segundo, debemos ocuparnos en nuestros negocios, quiere decir que hay que desempeñarse en algún quehacer productivo, lo explica la escritura diciendo en otro lugar; el que robaba no robe más, sino trabaje con sus manos haciendo lo que es bueno para que tenga que compartir con el que padece necesidad ¿no es esto contrario a lo que vemos? ¡Tenemos que ser compartidos! Y practicar la Palabra dice: mejor es dar que recibir.
Tercero, trabajar con vuestras manos, Jesús dijo; mi Padre hasta ahora trabaja y Yo, el quehacer hay que realizarlo sea cual sea nuestra misión y empleo con excelencia, como manda la escritura; Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para EL Señor y no para los hombres, no es fácil teniendo jefes injustos, Él Espíritu Santo nos bendiga para vencer con el bien al mal.


Agradezcamos a Dios por el Trabajo en este día y si usted se encuentra fatigado, cargado y explotado reciba hoy en Él Señor nuevas fuerzas y recordemos siempre que pronto ¡Cristo viene! Y el afán y todo trabajo para nosotros allí terminara.

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