viernes, 12 de mayo de 2017

¡Mi propio muro!

                                        Contigo desbarataré ejércitos, Y con mi
                                                 Dios asaltaré muros. Salmos 18:29
 

     El salmista era un hombre de guerra y utiliza esta imagen que pertenecía a lo que había vivido y visto, ahora ve el futuro y sigue confiando en que el Señor estará con él en las futuras batallas, Ya había luchado bastante, su espada se había teñido de rojo muchas veces más el sigue confiando, jehová de los ejércitos dará la victoria contra los enemigos del pueblo de Dios.
      ¿cómo debemos leer este salmo los Creyentes de Nuevo Pacto y discernir lo que Dios nos quiere enseñar aquí?, La escritura tiene algunas cosas difíciles de entender las cuales los indoctos e inconstantes tuercen para su propia perdición.  Él Espíritu santo es quien nos ayuda a entender la Palabra de Dios, no hay ningún profesor con más paciencia, didáctica y poder de convicción mejor que Él.  Para sacar el máximo de provecho y edificación debemos acomodar lo espiritual a lo espiritual en nuestras devociones.
      En primer lugar, los enemigos del creyente Evangélico son espirituales, la lucha y la guerra es en la esfera de lo no visible, en el hombre y la mujer interior, existe oposición, rivalidad, desacuerdo, contradicción.          Entre el Reino de los Cielos y el Reino de las tinieblas hay enemistad hacer lo bueno,vencer con el bien al mal o ceder a la tentación y caer herido por los dardos de fuego del enemigo.   Cuando el mundo nos dice ¡sí!, nosotros decimos ¡no!, el que se hace amigo del mundo se constituye enemigo de Dios.
       En segundo lugar, la guerra no es contra carne.  No es contra ese pariente que me causo daño, no es contra esa hermana que me guarda rencor, no es contra el jefe injusto. Este, es un asunto importante que debemos conocer permítase reflexionar un poco en esto; satanás usa la debilidad y carnalidad de las personas para actuar en ellas y producir daño y herida en nosotros.  Este principio espiritual muchos lo ignoran y por eso están atados a la falta de perdón.
   En esta guerra espiritual hay un caudillo invencible su nombre es ¡Jesús!, el nació para vencer, su Nombre es Admirable, no conoce derrota, Él venció la muerte y toda potestad de las tinieblas.   El derribo la pared intermedia de separación que existía en Dios y el hombre Y exhibió su triunfo públicamente en la cumbre del monte Calvario.
    ¿pero cuál es este muro que tenemos frente a nosotros?  ¡Es el muro del pecado!, es ese conflicto que aún no resolvemos, la biblia es enfática es mostrar que la ley del pecado actúa poderosamente. (una ley es algo que no puede eludirse, podemos decir que ley del pecado es una ley espiritual). Todos los creyentes enfrentan la lucha contra la ley del pecado día a día que es un muro que muchas veces se ve fortificado , El salmista prefigura la Victoria de Cristo que es total sobre el pecado y sabe que asaltara los muros si confía y coloca su Fe en Dios que justifica al que cree en él hijo. ¡El muro de la adicción cae, él muro de los celos cae, el muro inmoralidad cae, caen las cadenas que atan el corazón!
¿Está usted derrotado? Déjeme decirle que Cristo aun aboga por nosotros. Permítame compartirle un verso de la Palabra de Dios; Si fuéremos infieles él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo 2 Timoteo 2:13; Él es fiel ¡alabado Dios!, ¡levántate hermano, hermana!  Ahora le pido, que deje de mirarse a sí mismo y que reciba por la Fe lo que Cristo ha hecho en la Cruz por usted.  ¡perdonado!... ¡recupere el gozo de su Salvación!


No hay comentarios.:

Publicar un comentario