domingo, 21 de mayo de 2017

¡Los peligros del internet!

Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, más yo no me dejaré dominar de ninguna. 1 Corintios 6:12
        El auge del Internet a traído bendiciones y males.  La web es una herramienta y como herramienta puede ser usada como para lo bueno y lo malo.   El Evangelio está en miles de miles de páginas, pero también la herejía. Uno se conecta en mexico para hablar con su familia en Chile, mientras otros quieren extorsionar.      Se ha convertido en el refugio de solitarios, pero también el lugar donde se fragua el adulterio.
      Pablo inspirado por El Espíritu Santo escribe a la Iglesia Corintia y da su consejo como quien ha alcanzado misericordia de Dios y les amonesta a la Santidad en medio de una ciudad corrupta, populosa, e inmoral.   aunque la cultura de ese tiempo ya desapareció no así las pasiones pecaminosas del hombre que excitadas por el ocio y el vicio, producen desenfreno y adicción (aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos Efesios 5:16)..  Aquí el consejo para nosotros  es a ser prudentes en el uso del internet .
 ¿hasta qué punto un cristiano puede usar de las cosas que están en el mundo sin contaminarse? La respuesta es que El Espíritu Santo nos muestra en el diario vivir cuando estamos cayendo en extremos peligrosos.
    Cuando hablamos del fruto del Espíritu hay uno del cual debemos hablar y es el Dominio propio o [1]prudencia y este es el fruto del carácter que debe verse en nosotros en el uso de internet por eso un hijo de Dios debe estar entrenado en estas cosas,como dice la Escritura ; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. Hebreos 5:14
 Jesús dijo; He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. Mateo 10:16

¿está pasando demasiadas horas en internet?
¿Qué le motiva a conectarse?
¡Le invito a meditar en esto!





[1] Dominio propio: es un fruto del Espíritu Santo en el creyente que le permite discernir en situaciones donde debe escoger o decidir actuar o abstenerse sobre alguna conducta o decisión.

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