Pecados ocultos; Fornicación en la Iglesia.

     Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 1 Corintios 6:18

   La palabra griega para fornicación es “porneia” y significa; inmoralidad sexual de diversos tipos y conductas, infidelidad, una relación sexual ilícita. Y específicamente se refiere a una relación coital sin estar casados. La Palabra de Dios es clara en este aspecto y no aprueba tales relaciones.

 Cierto es, que la sexualidad es un terreno muy fértil para el florecimiento de la concupiscencia y nuestros adolescentes (que adolecen) en las Iglesias se asoman a esa etapa tan difícil y compleja. Según los expertos este periodo se extiende desde los 12 a 17 años de edad y por supuesto el Mundo los amigos (coloque atención con quienes se juntan sus hijos) está muy dispuesto a adoctrinarlos en el área de la sexualidad (sino aprenden en la casa aprenderán torcido en la calle).  Por eso los púlpitos deben dar batallas y predicar la Santidad sin la cual nadie vera al Señor.   Pero no solos los adolescentes están atados a la inmoralidad sexual, en realidad cualquier soltero ya sea joven, adulto o anciano puede estar encadenado a las relaciones fornicarias.

Pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando.                  1 Corintios 7:9

¿Cómo salir de tal estado?, ¿cómo romper esa ligadura? El versículo dice que el soltero se está quemando, es decir que anhela apagar su deseo ya sea sexual o afectivo en una relación. Y es precisamente en esta situación de incendio carnal que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.  Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.  Para ser liberto de estos impulsos sexuales el soltero debe casarse, buscar una pareja cristiana y no mundana, evite ir a Egipto para elegir a quien será su pareja de por vida (en Egipto hay plagas).  No se deje guiar por las apariencias de que es bonito o feo. No escoja a un cristiano carnal ya que hay muchos en las congregaciones con apariencia de piedad, ore a Dios y pídale discernimiento espiritual, Él Señor le dará una buena pareja para casarse y tener un matrimonio Feliz en Cristo. Pero, mientras llega el matrimonio, sigamos practicando lo que la Palabra de Dios ordena, ocuparse en la Santidad y en la obra de Dios;

 Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer.  Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido. 1 corintios 7:32;34.

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¡dulce refugio en la tormenta es Jesucristo el Salvador!