Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de
sus obras, como Dios de las suyas.
Hebreos 4:10
El Reposo
que Dios había prometió a los hebreos que salieran de Egipto guiados por Moisés
fue la tierra prometida, lugar donde fluía leche y miel. Mas en el peregrinaje por aquel desierto
grande y espantoso, muchos se volvieron atrás y endurecieron sus corazones a la
Palabra y no pudieron entrar en el reposo de Dios, cayeron muertos por causa de desobediencia, postrados
en el desierto.
Estas sombras
y figuras en la pared del Antiguo Pacto nos hablan y tipifican el verdadero
reposo, el Cual es Cristo Jesús. todo el Antiguo Testamento testifica de Él, y
entramos todos los trabajados y cargados a descansar en Él,solo por la Fe. Cristo es el centro en toda Escritura, la Redención,
la Expiación, la Justificación, la Santificación, el Reposo, ¡¡todo está en
Él!!
Pero el Reposo
también tiene una dimensión futura, el Cielo será nuestro reposo final y
definitivo, allí descasaremos de todas nuestras angustias, dificultades y
cargas de la vida y Reinaremos con Cristo. Como dice un antiguo himno; ¡Gozo
eterno hay en el cielo, allí cantan de alegría, los salvados por Jesús, que han
sido fieles en la vida!
¿Por qué no debemos hacer énfasis en el Sabbat o
guardarlo como los judíos ?, Porque Él Espíritu Santo en el concilio de Jerusalén
no puso esa carga sobre los gentiles. De manera que aquellos que por Gracia
hemos entrado en el Reposo de Dios, estamos en Comunión los 365 días del año y
de lunes a Domingo con su Amado Hijo Jesucristo. En el Bautismo fuimos muertos y resucitado en
“Él”. Realmente esta clase de distinción
en esas comunidades sabáticas produce una suerte de justificación por obra a
quienes lo guardan y se mira con sospecha a quienes por motivos laborales no
pueden guardar el sábado, por lo tanto, cristianos de primera y segunda clase
resultan de esta carga. Pero nuestra Fe
para Salvación solo debe estar puesta en Cristo y su obra terminada en la
Cruz.
El versículo
dice; que el que ha entrado en su Reposo (esto es a través de la Regeneración, a entrado “en” Cristo) también
a reposado de sus obras (salvación
por Gracia, fue justificado en la obra perfecta de Cristo) como Dios de las suyas,
(hay Reconciliación entre Dios y nosotros).
¡alabado sea Dios, el Señor viene!. Amén.
¡alabado sea Dios, el Señor viene!. Amén.
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