sábado, 29 de abril de 2017

Instruya al niño y reciba la promesa

                         



Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
                                                                                                     Proverbios 22:6  
    La palabra instruir significa dirigir corregir, colocar en disciplina, enderezar y es el trabajo de toda una vida. Para un judío esa instrucción está fundamentaba y basada en la Torá, el camino por el que deben andar es la Ley, la instrucción de Dios para los grandes y pequeños, guardar los mandamientos estatutos y ordenanzas de Dios, no puede tropezar y debe esforzarse en ser fiel a las fiestas y ritos, ha de circuncidarse y seguir dietas estrictas, debe memorizar las escrituras y asistir a la sinagoga regularmente.
     Mas a nosotros los gentiles nos ha sido dada la bendición de andar en el camino Vivo y Nuevo, la senda estrecha, que es Cristo, quien nos enseña: Yo Soy El Camino La Verdad y la Vida, esto quiere decir ¡que nuestras vidas deben andar tras los pasos del Señor Jesucristo, amarlo obedecerlo servirlo, sufrir por Él!
    El proverbio que estamos considerando a meditación, es uno que contiene una Promesa del Señor para quienes estén en disposición a oír la voz de Dios y someterse a la guía del Espíritu Santo y así seguir el largo camino y ceñirse el yugo de la instrucción para con sus hijos, camino que muy pocos quieren recorrer, pues requiere colocarnos serios y asumir responsabilidades. Hermano, hermana, amiga, amigo ¡qué a su hijo no se los pastoree Internet!, ¡toda disciplina al momento es causa de tristeza, pero después produce gozo a quienes han sido ejercitados en ella!
    Muchos están pensando en regalar u obsequiar algo a sus hijos, lo cual no es malo, sin embargo, hay que Instruir.  ¿Por qué los hijos de creyentes se descarrían? (oramos que los hijos pródigos vuelvan al redil) porque los padres no disciplinan ni amonestan a los niños.  La palabra adolescente puede ser dicha como” alguien que adolece, que aún le falta” significa esto que su hijo requiere de su supervisión y guía.   
 Lo animo a que tome esta responsabilidad de la cual sin duda tendrá que dar cuenta al Señor, hágalo hoy, pues mañana puede ser demasiado tarde. ¡Confié en la Promesa de Dios y reciba nuevas fuerzas como padre y madre en el Señor!

viernes, 28 de abril de 2017

Para los que están tristes

   Usted es una persona que esta triste y lo ha escondido mucho tiempo, su familia y amigos no lo saben, más usted sufre en silencio, fue herido, humillado mirado en menos, atropellado, defraudado, traicionado parece que la vida no le sonríe. Económicamente las cosas no han estado bien, los jefes han abusado con largas horas de trabajo le han explotado, ha habido momentos de vacas flacas a veces se ve miseria en la casa, ropa y comida.  ¡Sus hijos, oh sus hijos! tenia expectativa con ellos, pero cada quien ha escogido su camino.   La amargura se asoma a su boca cuando recorre las calles solo, su autoestima esta por el suelo siente auto conmiseración.  Esa pesadumbre que siente se asemeja a una piedra muy pesada que está dentro de su corazón y se hace cada vez más y más grande.
     Jesús lo ha dicho, no será fácil el camino angosto; en el mundo tendréis aflicción, pero confiad yo he vencido al mundo.
    Esas aflicciones han sido arrastradas como cadenas en este tiempo, ahora quiero compartirle algo si usted desea recibirlo, más yo oro que usted lo pueda entender y guardar para su vida es una de las Promesas más hermosas y profundas de la Palabra de Dios;

Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre
                                                                                                             juan 14:16

¡Jesús después que ascendió a los cielos envió al Espíritu Santo que es nuestro Consolador divino que estará para siempre con nosotros! ¡¡¡¡ alabado sea el Señor!!!!


               ¡¡¡ Aunque Él se fue, sólo no estoy, mandó al Consolador!!!

La Tentación


    “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido                 Santiago 1:13,14.

    ¿Qué es la tentación? es el instante o momento espiritual permitido por el Señor en el cual, nuestra fidelidad a Dios es puesta a prueba y somos examinados, pero ¿qué es lo que Dios está examinando? Bueno, Él nos enseña  mediante la Palabra y Él Espíritu para luego verificar si efectivamente lo entendemos y lo practicamos. Toda tentación es para salirse de la Voluntad de Dios.
   Dios no puede ser tentado por el mal, Él no provoca la tentación más la permite (Voluntad Permisiva de Dios). ¿Pero de donde viene entonces la atracción el impulso o deseo al pecado? el versículo en consideración nos entrega la respuesta “la propia concupiscencia”.
    La naturaleza pecaminosa del creyente está bajo la ley del pecado aquí el escritor inspirado la llama propia concupiscencia, son los deseos del hombre y mujer antiguos que están viciados conforme a los deseos engañosos, es la naturaleza adánica o poder del pecado que actúa en nuestros miembros.
    Ahora, permítame compartirle esta Promesa de Dios para nuestras vidas en este momento de tentación que estamos atravesando:

 “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”
                                                                                             1 corintios 10:13
¡Dios no es injusto hermano (na) para colocar una carga que nosotros no podamos soportar!
Ahora, ¿qué debe hacer si fue derrotado (da) en la tentación y cayó en el engaño del pecado?

Oremos; ¡¡¡ Padre en el nombre de tu hijo Jesucristo, confieso que he fallado, confieso que he sido infiel, pido por fe Señor, que saques mis pies del lodo cenagoso , Amén!!!


jueves, 27 de abril de 2017

¿ calló en pecado?

  “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo” 
                                                                                   1 JUAN 2:1

   Uno de los versículos más bellos de La Palabra de Dios, Juan comienza diciendo hijitos míos, se está refiriendo a los conversos que él había engendrado espiritualmente y que ahora son parte de la Iglesia.
Cuando estudiamos este pasaje, vamos a encontrar que se dice que en esta comunidad habían aparecido maestros enseñando que el pecado no existía.  Pero juan escribe presentando un argumento: "el que dice que no tiene pecado hace a Dios mentiroso".
Lo que el apóstol amado nos está diciendo es que en la conversión de los creyentes la naturaleza pecaminosa no se anula, dicho de otra forma, la ley del pecado sigue ejerciendo influencia en nuestras vidas. ¿Quiere decir que entonces podemos seguir pecando? ¡En ninguna manera! Porque el pecado no enseñoreará de nosotros.
El hijo de Dios verdaderamente nacido de nuevo no anhela pecar, no está buscando la ocasión, no planea hacer la maldad, no se goza de la Injusticia, mas y sin embargo está bajo la ley del pecado, por esto el apóstol escribe para que no pequemos. Mas existe una posibilidad que en la tentación el hijo de Dios puede ser derrotado y pecar, deslizarse y caer al lodazal y cieno de la concupiscencia en la inmundicia. En tal caso el versículo deja ver que, si alguno fue derrotado tiene un Abogado que le defiende  el cual es Cristo ¡Alabado sea Él Señor!  Hermano, hermana ¿caíste?, ¿estas con culpabilidad?, ¿tu conciencia te acusa? ¡Él es nuestro abogado! ¡Él no te deja!
¡Abogado tenemos para con el Padre y si confesamos nuestros pecados Él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad!
¡Oremos! Señor, ahora mismo te confieso mis pecados; toda avaricia, toda palabra perversa, toda lujuria, todo robo, toda palabra de mentira. ¡Perdóname Señor a través de los méritos de Cristo, Amén!



La esclavitud

“Y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia”
Romanos 6:18

La palabra siervo en la biblia puede ser traducida como esclavo, en aquellos tiempos (56 d.C.) era común que una persona fuese esclavo (propiedad) de otro (amo). Y especialmente en Roma existían siervos en todas las áreas de la vida pública y privada.
En esta sección del libro del Romanos Pablo guiado por EL Espíritu Santo utiliza la analogía de la libertad de esclavitud para afirmar la Doctrina de la Justificación o Reconciliación con Dios.
La imagen es esta;
“En la vida antigua fuimos esclavos del pecado, ahora en la vida del nuevo                              hombre reconciliado, hemos sido comprados por Cristo y hecho sus siervos”

Realmente el pecado puede hacer que pierdas tu familia, tu trabajo, tu vida, tu alma… Hermanos, ¡no estemos jugando a ser Cristianos!, ¿hay cadenas de  pecado en nuestras vidas?, ¿estás practicando preso en tu corazón el pecado?, ¿desarrollas una vida de doble servidumbre?,  ¿la concupiscencia te ha vencido y le sirves?,¿cómo está tu obediencia a Cristo? No tratemos de servir al pecado y al Señor a la vez, ninguno puede servir a dos señores. 
 No seamos vencidos de lo malo pues también la maldad tiene un salario: ¡la muerte! Permítame ilustrar esto: un niño jugaba al borde de un edificio, el peligro era latente y evidente, podía caer, mas el padre percatándose del hecho, lo aleja del borde, el pequeño al ver que su padre se retira vuelve peligrosamente a acercarse al borde…. esto es exactamente lo mismo con el pecado, hemos sido reconciliados y no debemos volver a practicar la maldad.
Permítase orar conmigo;
¡Padre, reconozco que he sido rebelde! ¡Señor rectifica mi vida, cambia mi corazón, te pido esto a través de los méritos de Cristo Jesús! Amén


miércoles, 26 de abril de 2017

La restauración


 “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado” 
                                                                                                             Gálatas 6:1 

Las Iglesias de Galacia tenía grandes problemas en cuanto al judaísmo se había introducido una corriente legalista que pretendía apartar a los hermanos de la genuina fe en Cristo (he observado que cuando una falsa doctrina aparece en la Iglesia, afecta directamente las obras de justicia o moralidad de los creyentes) a consecuencia de esto los hermanos habían comenzado a vivir para Dios por las obras de la ley, el apóstol Pablo guiado por el Espíritu Santo explica que este no es camino del Cristiano, pues al seguir esta ruta invariablemente será preso de la ley del pecado. Ahora, el camino de la ley invariablemente conduce a las obras de la carne.

 Y manifiestas son las obras de la carne, que son:

“adulterio, fornicación, inmundicia,lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas,disensiones,herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”.
                                                                               Gálatas 5;19,21.        
    
¿Qué ocurre cuando un hermano o nosotros mismos ha caído en pecado?, bien el versículo nos da la respuesta ¡los espirituales deben restaurar con espíritu de mansedumbre!  El verbo restaurar conlleva la idea de colocar un hueso zafado en su lugar.
¡hermanos míos, debemos pedir al Señor que nos dé el ministerio de restauración!

Ahora, le pido que reflexione y piense en algún hermano que ha caído y que está necesitando de su visita u oración.




La sanidad del abuso sexual.

La sanidad del abuso sexual

“Más él no la quiso oír, sino que pudiendo más que ella, la forzó, y se acostó con ella.  Luego la aborreció Amnón con tan gran aborrecimiento, que el odio con que la aborreció fue mayor que el amor con que la había amado. Y le dijo Amnón: Levántate,y vete”.
                                                                                                                             2 Samuel 13:14-15


El pasaje que acabamos de leer es quizás uno de los más fuertes y violentos de la Palabra de Dios y muestra lo profundo de las malas pasiones a que un hombre puede llegar. Dios había dicho que la espada no se apartaría de la casa de David pero no fue solo la espada, sino también la deshora familiar por su desobediencia con Betsabé ,y aquí leemos de algunas de las  consecuencias.

 Ammón hijo del rey se enciende en lascivia por su hermana Tamar, aconsejado por su amigo Jonadab trama la perversidad, se fingió enfermo y pide a su padre que le envíe a su hermana para cuidar de él. Tamar ya en casa de Amnón es forzada, ultrajada y violada.

Enfrentar una violación o un abuso sexual no es fácil, pero, ¿qué debe hacerse cuando ya se ha producido?, ¿qué pasa si me ocurrió un abuso en la infancia por algún familiar o un extraño? La palabra de Dios tiene respuesta, se deben seguir dos pasos;

Primero: ¡perdonar al agresor!, Este último fue usado por Satanás y cedió a su concupiscencia.
Segundo: pedir Sanidad a Dios mediante El Espíritu Santo lo cual será un proceso progresivo hasta quedar totalmente restaurada o restaurado. ¡No existe ningún trauma emocional ni físico que pueda con El Gran Consolador!


martes, 25 de abril de 2017

El gozo y la comunión.

Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos.
Salmos 122:1


Jerusalén es la capital de Israel y allí estaba edificado el Templo de Dios, los judíos venían de diferentes partes del país al Culto, traían ofrendas y hacían fiesta por los caminos. Ofrecían también sacrificios según sus pecados, las jóvenes danzaban alegres, los ancianos llenos de júbilo regresaban a sus casas y poblados, sabiendo que El Señor había aceptado el sacrificio y que sus maldades habían sido perdonadas y expiadas.
¿Es esta misma la experiencia de la Iglesia contemporánea? ¿Se acerca usted con gozo a la Iglesia?  O usted dice ¿gozo?… ¿qué es eso?...  Penosamente muchos ya no quieren congregarse porque ven la paja en el pastor, el evangelista, la hermana, el hermano, y no echan de ver la viga en los suyos propios. Otros tropiezan en el diezmo y las ofrendas… algunos están agraviados y ofendidos…
¿Cómo está tu gozo hermano?, ¿lo perdiste?, ¿tienes por costumbre congregarte?, ¿perdiste el gozo de la Salvación?, ¿cuándo fue la última vez que tomaste la Santa Cena del Señor?, ¿cómo es que El Espíritu Santo no te está guiando a la comunidad?, ¿te apacientas a ti mismo? ¡La comunión es con Dios y su Iglesia¡  Yo no puedo contestar por ti, pero tu conciencia sabe…
¡Hermano, hermana no dejes de asistir a tu Iglesia local! ¡Busca donde congregarte! ¡Cristo viene! Salva tu alma del fuego, reconcíliate con el Señor y vuelve a la comunión y al gozo.
Repita esta Oración conmigo;

¡Padre me he descarriado en mi corazón, he menospreciado a tu Iglesia, perdóname Señor! guíame a los delicados pastos por tu Espíritu Santo, devuélveme tu gozo y quita de mi corazón la falta de perdón hacia mis hermanos! ¡Amén!

¡La lepra del pecado!

“Cuando hubiere llaga de lepra en el hombre, será traído al sacerdote”.
Levítico 13:9
La lepra es una enfermedad contagiosa en la cual ¡la carne se cae a pedazos, los dolores más agudos y terribles son producidos, supuración de la piel, sangrado! No podemos ni siquiera imaginar lo espantoso de estos dolores. Tal era la condición a la que se exponían los Israelitas que avanzaban por un desierto cruel y espantoso rumbo a Canaán, la falta de agua o negligencia en el aseo corporal resultaban muy peligroso para la salud física del pueblo nómada rumbo a la tierra que fluye leche y miel.
La ley levítica da instrucciones específicas para las normas de higiene y las había para los casos de lepra en el campamento. Un hombre en tal condición de desgracia podía contagiar a los sanos y producir una pandemia. El enfermo primeramente debía procurar acercarse al sacerdote Aarón, quien debía revisar la herida en la piel y dar el diagnóstico en cuanto a lo crónico y avance de ésta, y para que este prescribiera la medicina y el tratamiento.
 ¿Pero que nos está queriendo enseñar El Espíritu Santo con esta Escritura a los creyentes del Nuevo Pacto? La lepra en la Palabra De Dios tipifica el Pecado, ésta empieza con una pequeña mancha en la piel y se extiende por todo el cuerpo, ese es el poder de la ley del pecado.  Ahora, qué debe hacer ya que esa mancha este apareciendo en su corazón? La Palabra nos da la respuesta “será traído al Sacerdote” debe ir al Sacerdote el cual es Cristo y confesar, no trate usted de esconder la infección, no se engañe así mismo la inmundicia comenzara a dar mal olor.  
 Permítame invitarle a orar con Fe en su Corazón mientras lee;

¡Padre lávame y sáname de mi maldad, te pido esto,en el nombre de Jesús,                                                        me acerco ante su trono y me arrepiento! ¡Amén!

                                                                                             José Fernández


Él te librará del terror nocturno


                          “No temerás al terror nocturno, ni saeta que vuele de día” 
                                                                                                           Salmo 91:5



El salmista confía en una liberación de Dios en medio de la obscuridad. En aquellos días no existía el alumbrado público, las personas caminaban con lámparas que alumbraran sus pies y lumbreras en su camino. En la antigüedad todos los países alrededor de Israel estaban influenciados por demonios realmente fue ese el motivo porque Dios le prohibió a su pueblo practicar cultos extranjeros. ¡Los demonios son reales!
Los niños son una de las hermosas bendiciones que Dios permite que gocemos y nos alegremos con ellos, es una ternura ver y disfrutar de su cariño, como ríen y juegan haciendo cabriolas y piruletas. Ahora, la pregunta es, ¿qué están viendo sus hijos en las redes sociales, en el cine y la televisión?   Usted debe entender que ellos y nosotros estamos bajo ataque espiritual.
Hoy en los días de Nuevo Testamento la situación no ha cambiado, el mundo está bajo el poder del egoísmo humano y los poderes del reino de las tinieblas, los demonios (la culebra, el Dragón Sal.91;13). Las pesadillas son directamente ocasionadas por los espíritus inmundos, ¿su hijo está teniéndolas?, ¿ha orado con él y por él?, ¿Por qué cree que las ha tenido?
Cristo ha derrotado todo espíritu y potestad de la obscuridad mediante la obra de la Cruz. Oremos apropiándonos con fe de la victoria del Señor y echemos fuera todo demonio que se esté aposentando en nuestros hogares, ¡pues Él ha prometido librarnos del terror nocturno!

¡Padre en el nombre del Señor Jesucristo, Oramos que sea echado fuera todo demonio que esté en nuestros hogares, nos apropiamos de la victoria de la Cruz, Amén!

                                                                                               José Fernández

lunes, 24 de abril de 2017

¡Borra mis rebeliones!


"Ten piedad de mi, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones"
Salmo 51:1

El rey David después de conocer su maldad y lo vil de su iniquidad clama al cielo y se presenta ante el trono de la Gracia. ¿Se ha sentido en esta condición? Déjeme decirle que si usted es un nacido de nuevo lo ha experimentado.
El proceso de Santificación que cada uno de los hijos de Dios experimentamos tiene grandes peligros y tropiezos, la carne está dispuesta a hacerle caer, tal fue el caso del gran rey David. Un simple descuido, una bajada de guardia y vino su caída. Ahora, usted y yo debemos entender que el glorioso Espíritu Santo opera en nuestra Santificación (Sal 51:11) y que es Él, quien constriñó a David y lo hace en nosotros con el convencimiento que en la Sangre preciosa de Cristo hay perdón, El Espíritu Santo aplica en nuestras vidas la obra perfecta de Cristo en la Cruz.
Cristo Jesús explicándonos el misterio del Reino de los Cielos nos enseña que el espíritu está dispuesto pero que la carne es débil... ¿Y usted, lector, sabe hasta donde lo podría llevar?... David supo que era necesario confesar su rebelión, ¿lo sabes usted? dice la biblia el que encubra sus pecados no prosperará. Tal vez, usted está leyendo y su condición espiritual está en derrota. ¿Qué puede hacer? repita con fe esta oración:
¡Padre reconozco mi rebelión, pido que la Sangre de Cristo me limpie de todo pecado! ¡Y lo pido Padre, creyendo que he sido oído! ¡Amén!
José Fernández