El trabajo misionero tiene grandes desafíos, para quien a recibido el llamado a la Evangelización y es una oportunidad maravillosa para dar los frutos del Discípulo Cristiano. En el trabajo Misionero no existe propiamente tal, algo que podamos llamar recetas o métodos prefabricados , cada campo tiene desafíos y singularidades propias, por eso se debe depender del Señor Jesucristo en toda Oración y del Espíritu Santo, y de Dios,que abrirá una puerta amplia.
orando también al mismo tiempo por nosotros, para que "el Señor nos abra puerta" para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo (Colosenses 4:3a)
En primer lugar, existe un desafió logístico, el mantenimiento económico del misionero mismo,la Iglesia que sostiene, debe procurar ser fiel en sus finanzas, el obrero por su parte, tener prudencia en la administración de los recursos y depender de Dios para la manutención. Si usted esta anhelando ser usado por Dios en un ministerio,¡El Evangelio no es un negocio!.
Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. (1Timoteo 6:8)
En segundo lugar, un desafió cultural, cada país tiene idiosincrasia y tradiciones que nos parecen extrañas y aveces extravagantes pero eso no debe alamar a ninguno porque son usos y costumbres propias. En la medida en que pasamos tiempo compartiendo y conociendo a la comunidad nos adaptaremos con facilidad, no debemos ser grosero y imponer las maneras propias.
Por tanto, recibíos los unos a los otros como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios. (Romanos 15:7)
En tercer lugar,un desafió ministerial, el misionero debe formar obreros, fieles que quieran dejarse enseñar, (no todos quieren dejarse enseñar)
un desafió emocional
un desafió doctrinal
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