martes, 27 de junio de 2017

LA TRAMPA DE LA RELIGIOSIDAD

Salmos 26:4 No me he sentado con hombres hipócritas, Ni entré con los que andan simuladamente.

     Talvez uno de los más grandes problemas que la vida del cristiano puede llegar a enfrentar es la religiosidad falsa y aparente (este pueblo de labios me honra mas su corazón está lejos de mí. Mt.15:8)
  Los años de Iglesia, los programas, los ágapes y todo eso que es bueno e importante pasa la Comunión con los hermanos y el testimonio con el mundo pasa a tomar un lugar importante en el corazón y llegamos a pensar que por nuestras buenas obras seremos Salvos.
El creyente comienza por decirlo así a desarrollar dos personalidades espirituales; por una parte, cumple con rigor las exigencias de la Comunidad, por otra, desarrolla el pecado secretamente en su corazón mientras peregrina en el mundo (no a circuncidado su corazón a Cristo Jer. 4:4)
 El Espíritu Santo nos advierte en las Escrituras; (pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor Ap. 2:4) es decir, la comunión íntima y personal con Cristo, Realmente esta es la verdadera riqueza del Hijo de Dios y el gozo de su alma.  Caminar con su Señor.   
    Algunas de estas trampas que podemos mencionar es el intelectualismo religioso, el creyente acumula conceptos bíblicos, pero nunca los aplica a su propia vida.    Su Fe es una construcción mental y se encuentra envanecido.   Hinchado por su propia mente carnal se siente poderoso, pero vive en derrota espiritual seducido secretamente en su corazón por el pecado.
Otra trampa mortal es el cargo  o ministerio en la Iglesia, el creyente recibe alguna responsabilidad en el cuerpo de Cristo y se envanece de orgullo.   Algunos coristas si son bajados de su puesto no vuelven más a la Iglesia.   Otros prefieren títulos rimbombantes como apóstol y si les dicen hermano se sonrojan de ego y soberbia.
El salmista dice que el hipócrita andaba simuladamente es decir fingidamente
¿está usted atrapado en esto? ¿hay alguna hipocresía o doble animo en usted?

Ore conmigo; ¡Padre por los méritos de Cristo deshace mis hipocresías y falsedades!
Confieso mi hipocresía lávame y límpiame por os méritos de Cristo Jesús,
                                                    amén.


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