Miramos cuando recorremos las
vitrinas del comercio que hay cosas que tienen la etiqueta made in china y
decimos esto es una copia, una imitación, una falsificación. Así, también son las cosas espirituales hay
plagios, fraudes, mentiras.
Jesús advirtió sobre los falsos
profetas (Marcos 13:22) y sabemos por su Palabra que mientras se acercan los
fines de los tiempos su actividad se intensificaría. Un falso maestro es alguien que coloca
ciertas sutilezas en lo que enseña y que, si no conocemos la palabra del
Pastor, entonces seremos confundidos (mis ovejas oyen mi voz me conocen yo las
conozco, me siguen), alteran la doctrina de Cristo para su propia perdición y
para quienes los escuchan.
Un falso profeta es alguien que
quiere promoverse a sí mismo, andan engañados y siendo engañados, hacen gala de
un misticismo y poderes especiales, usan palabras lisonjeras para seducir a las
almas inconstantes, por avaricia hacen mercadería con palabras fingidas. Promueven el culto a su personalidad.
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