Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a
Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. 1
Corintios 6:20.
Hacer deporte es algo muy sano y útil
la biblia enseña que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo y que no nos
pertenecemos por lo tanto hay que cuidar de él, por otra parte también dice que el ejercicio físico en las cosas
espirituales no tiene ningún provecho.
El versículo que estamos
considerando es un llamado a la Santificación en Cristo que es la forma en que
Dios recibe la gloria, ahora, cuando se nos dice que hemos sido comprados se
refiere a que antes fuimos esclavos del pecado, el precio que se pagó, ¡fue la
sangre preciosa de Cristo! Por tanto, hoy le pertenecemos somos de ÉL. Piense un poquito en la palabra glorificar,
esta se refiere a exaltar, dar alabanza. la Gloria es para y de Cristo , no para un deportista.
Aclaro que el creyente no debe
ser legalista y ver en cada cosa que hace el pecado, al punto que quiero llegar es este; Él Señor
quiere que le amemos con todo el corazón con todas nuestras fuerzas y con toda
nuestra mente, Dios es celoso y el no permitirá o no se agradara que tu corazón
sea llenado de cualquier emoción que sobrepase a nuestro sentir por Cristo, permítame
ilustrar esto, deseamos el amor de nuestra pareja para nosotros en lo natural y
si vemos que nuestro esposo o esposa se sonríen con algún desconocido nos
sentimos ofendidos, ¡asi es Él Señor!, el versículo dice; glorificad a Dios en
dos cosas, el cuerpo y el espíritu. el espíritu
es el lugar donde las emociones se asientan.
Creo firmemente que cuando un
Cristiano es dominado por algo en su vida, y esto significa posponer o colocar
al lado Cristo ¡está atado!. ¿debemos
entonces Santificar nuestras emociones?,
¡ claro que si!, POR ESO ES INCREIBLE
VER A CONGREGANTES QUE PARECEN EMOCIONALMENTE NEUTROS EN LOS CULTOS, PERO QUE
SALTAN COMO CHAPULINES CON EL FUTBOL. Ahí,
se ve claramente un problema espiritual que muestra frialdad para las cosas de
Dios pero sin embargo, reacciona a una emoción que ni por muy sana y
bienintencionada que sea, es vana.
El entretenimiento es un sustituto del gozo (Leonard Rabenhill)
y los que disfrutan de este
mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa. 1
corintios 7:31.